sábado, 25 de diciembre de 2010

De menos a más


"Al Rey le hacían gracia estas coñas mías. En general la gente se asusta mucho cuando habla con los monarcas. Y eso que don Juan Carlos es campechano. Sí, pero una cosa es que lo sea el Rey contigo y otra, que te pongas a serlo con el Rey desde tu plataforma de supuesto súbdito." Mario Conde (Días de Gloria)
"Clementina me parecía tan emocionada y enternecida que me sentía arder: pegué mi boca a la suya y, al no ver ninguna señal de alarma, iba a estrecharla contra mi seno cuando con la mayor dulzura, alargando un brazo, ella se alejó rogándome que la respetase. Le pedí perdón entonces, besando cien veces la bella mano que me había entregado." Giacomo Casanova (Memorias)
"Lo único que nos interesa realmente es la sensación momentánea, el instante instantáneo e inmediato. Contemplaríamos probablemente un hundimiento de gran volumen con una impavidez majadera, si encontrábamos que el espectáculo era suficientemente cómodo y divertido." Josep Pla (Crónica)
"Hemos contemplado ya a la prensa rastrera en celo, amasando dinero a costa de las curiosidades malsanas, trastornando a las masas para vender su deleznable papel, ese papel que ya no encuentra compradores cuando la nación está en calma, saludable y fuerte." Emile Zola (Yo Acuso)
"La Revolución me habría arrastrado de no haberse comenzado con crímenes. Vi la primera cabeza clavada en la punta de una pica, y me eché para atrás. Nunca el homicidio será a mis ojos objeto de admiración y un argumento de libertad; no conozco nada más servil, más despreciable, más cobarde, más limitado que un terrorista." Chateubriand (Memorias de Ultratumba)
"Y el noble caballero fue rodeado, y con él toda su compañía, por los sarracenos y, aunque hizo maravillas con las armas, al fin sucumbió y él y toda su compañía fueron muertos. Y fue una gran pena que los españoles no acudieran en su ayuda." Jean Froissart (Crónicas)
"Su espíritu, temerario, trapacero, voluble, capaz de fingir y disimular cualquier cosa. Codicioso de lo ajeno, derrochador de lo suyo. En sus pasiones, ardiente. De elocuencia, lo justo; de prudencia, poca. Su espíritu insaciable ansiaba siempre lo desmesurado, lo increíble, lo que estaba demasiado alto." Salustio (Catilina)

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