viernes, 19 de diciembre de 2008
Librerías de Barcelona
¿Hay algo más bonito que pasear a través de los estantes de una librería y hojear sus volúmenes llenos de magia? Además, estos sitios son acogedores, los encargados no te dicen nada por sacar un libro de Dickens de su anaquel y releer aquellas maravillosas palabras: "It was the worst of times, it was the best of times...", luego colocarlo otra vez (con mimo), y seguir paseando. Lo grande de una buena librería es que la compra es absolutamente opcional.
Como residente en Barcelona, servidor tiene sus gustos. He visto ya nacer, crecer y morir algunos establecimientos preciosos, pero de eso no es momento hablar ahora, sino de los que hay y los que me gustan. El FNAC es espantoso, tienen buenos precios y tal, pero está todo muy desordenado, y los dependientes no saben nada de nada, además hay tanta gente allí que acaba uno agobiado.
Antes mi favorita era la Casa del Llibre, pero parece que últimamente la tienen un poco dejada. De nuevo lo mismo, mis dependientes favoritos ya no están (maldita renovación de personal), y es un poco desordenada también. Para mí es esencial encontrar con rapidez lo que estoy buscando. Aún así, su fondo editorial tremendo, su ubicación privilegiada y su bonito interior la convierten en una de mis visitas obligadas.
Mi favorita ahora mismo es la Catalonia. Tiene muchos libros en y sobre el catalán y la cultura catalana, pero no me molesta. Tenéis una foto aquí encima. Buen fondo editorial, órden perfecto entre departamentos, personal atento, eficaz y servicial, y además aquí es fácil encontrar lo que no se puede en otras. Una delicia justo enfrente del Corte Inglés de Plaza Catalunya.
Alibri es una exquisitez. Las mujeres mayores que llevan el establecimiento saben de literatura y de libros, y no tienen que mirar un puñetero ordenador para ayudarte. Es grande, con un sótano inmenso, algo oscura (lo que también tiene su encanto), y su colección de clásicos es la mejor de la ciudad que yo sepa. Una gran opción justo enfrente de la Universidad de Barcelona.
Hace muchísimo que no voy a La Central, pero no me gustan los sitios elitistas, y aunque el lugar es precioso (una antigua iglesia reconvertida), los encargados van un poco sobrados, como queriendo demostrar todo lo que saben de cultura y literatura. Para los finos, es la opción, pero yo soy otro tipo de fino, me parece a mí.
Laie es un sitio bonito también, porque tiene un café. Puedes ir, mirar con detenimiento, comprar lo que quieras, o puedes compartir un café (generalmente muy bueno), en compañía. Es lo bueno y lo malo que tiene, que es un mal lugar para ir solo, porque cuando llegas siempre hay gente animada y un poco pedante comiéndose la cabeza unos a otros (o no, soy un poco exagerado a veces). Pero es un lugar con encanto.
¿No es mejor pasear por librerías que tomar copas en los bares, que ir a una discoteca ruidosa donde nadie se entiende, o ir a ver una obra de teatro que te hace dormir, o pasear por las calles atestadas y tristes? Para mí, una buena librería es como un oasis en la jungla urbana, donde la soledad campa por sus anchas, como cantaban en esa de Sondheim: "Another hundred people..." Creo que me estoy yendo por las ramas.
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