miércoles, 16 de diciembre de 2009

Joyas catódicas


Es memorable el capítulo del cuento Cándido, de Voltaire, en que aquél se encuentra con el noble llamado Prococurante, que tiene la honestidad de admitir que, de todas las obras clásicas que posee, la inmensa mayoría le aburren. "De tres mil pasan y no hay treinta buenas". Siendo realistas, ese principio se aplica a cualquier área creativa en cualquier época, y la ficción televisiva de la década que ya acaba no ha dado tantas muestras de inmensa calidad como se ven en los blogs sobre el medio. He visto muchas listas, pero yo juzgo que estas series son las que realmente merecen el honor de ser las mejores de la década cero:

-24: Porque, tal y como dice su protagonista, Kiefer Sutherland, llegó en el momento adecuado. Ninguna otra ficción, en cine o cualquier otro medio, ha sabido retratar el mundo post 11-S como esta adictiva saga.

-Perdidos: Por mucho que la critiquen, hay que reconocer que las tres primeras temporadas de esta serie han dejado muchos momentos imborrables en nuestra retina. A partir de la cuarta temporada, sin embargo, los perdidos son los guionistas.

-House: Porque no es una serie de medicina al uso, ni una imitación hospitalaria de CSI, ni un homenaje a cierto detective inglés. Sobretodo, es una serie sobre la condición humana y las relaciones laborales, que son analizadas por su protagonista de modo implacable.

-Dexter: Es un gran mérito que un psicópata nos caiga tan simpático. Quizá apela al demonio que todos llevamos dentro. Cada temporada es mejor que la anterior, y la odisea de un personaje tan atípico va camino del apocalipsis.

-Nip/Tuck: Un retrato sin concesiones del mundo de apariencias en que estamos inmersos. Los protagonistas son dos cirujanos plásticos que se complementan perfectamente en un ambiente malsano y enfermizo en que el sexo no lo cura todo.

-Roma: Las inexactitudes históricas de esta serie darían para un tomazo, y no alcanza en calidad a Yo Claudio, pero unos actores entregados, su sucio realismo, y una segunda temporada endiablada la redimen de cualquier pecado. Lástima que se acabara tan pronto.

-El Rey de la Colina: La verdadera heredera de los Simpson, una cruda serie de animación en la que no es fácil reírse, pero en la que todos nos vemos retratados de alguna manera. En poco tiempo se les coge cariño a los personajes.

-A Dos Metros Bajo Tierra: La gran joya de la corona, si la televisión se inventó para que existiera esta serie, bien estuvo el invento. Perfección pura y cristalina como no se veía desde hace mucho tiempo. Todo lo que empieza tiene un final, pero vaya final.

Y esto es todo, amigos. Se trataba de poner lo mejor. De hecho, he acabado poniendo más de las que tenía pensadas en un principio. No tengo por que justificar las ausencias, porque, como a Prococurante, me aburren muchas cosas. Pero aunque es una lista personal, no es del todo subjetiva.

2 comentarios:

  1. Mucho se ha hablado de la década cero como edad de oro de las series de televisión, como si en estos años se hubiese producido una concentración sin igual de series de altísima calidad. Incluso se suele decir que el verdadero talento ha huido del cine y se ha refugiado en las series de televisión. Me parece que no hay para tanto:

    1. El verdadero boom de las series no viene por la alta calidad sino por el fenómeno de las descargas en internet. Ahora es posible bajarse una serie entera y verla cuando a uno le dé la gana, al ritmo que uno quiera. "Perdidos" resulta insoportable si se ve un episodio cada semana, el éxito masivo no ha venido hasta que la gente ha empezado a consumirla en grandes cantidades gracias a internet.

    2. A una serie (que no se paga por ver) se le disculpa una mala temporada (esa cuarta temporada de "Perdidos"...), a una película no se le disculpan 20 minutos de ritmo lento. Igual que a una novela se le perdona un capítulo coñazo pero a un cuento no se le perdona un párrafo fuera de su sitio.

    3. No creo que haya ninguna serie perfecta. Suelen partir de una idea atractiva que se acaba estirando hasta dejarla tan agotada que se puede llegar a aborrecer. Todas las series se repiten casi por definición.

    4. Lo que llamamos calidad muchas veces no es más que capacidad de adicción. El que una serie sea adictiva no es garantía de calidad. También nos quedamos a ver cómo acaba "Reforma sorpresa."

    5. Ninguna serie de esta década me ha gustado/conmovido tanto como la película que más me ha gustado/conmovido en estos años. Y creo que se han hecho más películas útimamente que me han dejado enteramente satisfecho que series que me dejen con la sensación de que he visto algo verdaderamente grande.

    ResponderEliminar
  2. Tu comentario es bastante lúcido, y concuerdo con muchas de tus apreciaciones. Quizás matizaría algunas cosas, desde mi punto de vista:

    -No estoy seguro de que todas las series se repitan, pero casi todas tienen bajones o episodios malos.

    -Hay historias que por su extensión sólo se pueden contar en una serie. Al final, Star Trek se hace cansina, pero A Dos Metros bajo Tierra se ve que tenían muy claro dónde querían ir a parar y lo que querían contar.

    De todos modos, dicho esto, repito que coincido mucho en lo que dices. Somos más inmisericordes con el cine que con la televisión.

    Y, personalmente, para mí, sólo dos series se acercan a la perfección, The Twilight Zone y El Prisionero (la antigua). Nunca me canso de verlas.

    Saludos, Gon.

    PD: Hoy he visto Avatar. Mucho efecto especial, pero la historia simplona simplona. No me ha gustado nada xDDD

    ResponderEliminar