lunes, 12 de enero de 2009

Vida de Perros


Hay un programa estupendo en la Cuatro, se llama "El Encantador de Perros", donde un tal César Millán, que debe ser uno de los mayores expertos mundiales en canes, ayuda a solucionar los problemas que muchas personas (naturalmente ricas) tienen con sus perros. En la mayoría de los casos, Millán nos muestra como el problema de comportamiento del animal lo causa su dueño/a, que tiende a sobreprotegerlo, a no saber ponerle límites.
Buena parte de sus clientes son mujeres que están en sus casas, ociosas mayormente, y que sobrecompensan una carencia afectiva con un apego desmesurado por su perro. A una cliente en particular le hacía llorar que su perro fuera corregido, y no que el animal mordiera a su hijo. He crecido con una educación cosmopolita, y el elogio de Byron a su criatura se me quedó grabado en su momento, pero diferenciemos las cosas.
Una persona que sobrevalora a sus animales de compañía tiene un problema, y yo diría que de los gordos. Siempre he pensado que los fanáticos de los animales son personas que en el fondo desprecian a sus semejantes. Yo, al contrario, tengo respeto por el mundo animal, pero si tuviera que elegir entre la vida de un solo ser humano y el exterminio entero de una especie, me inclinaría por salvar al hombre.
Pero en el Primer Mundo nos hemos vuelto medio locos. Nos gastamos más dinero en comida para animales que en caridad. Pueden leerlo aquí y pasmarse. Para los gatitos y perritos no hay crisis económica. Recuerdo haber leído que una anciana se desmayó y su querido chucho empezó a comerle el brazo hasta el muñón. En el mundo animal no hay piedad, y en el mundo humano tampoco demasiada.
Lo que no quiere decir que tengamos que maltratar o abandonar a estos animales, que en verdad pueden ser valiosos compañeros. En la tortuosa, magnífica película "Perro Blanco" de Samuel Fuller, un hermoso y gran pastor alemán blanco ataca a los negros porque fue entrenado con negros que lo maltrataban de pequeño. Opino que las personas que no tienen la capacidad moral o intelectual para mantener a una mascota no debieran hacerlo (no hablemos ya de niños).
Ahora te encarcelan si maltratas a estos animales domésticos. Considero eso una exageración, cuando todos vemos como en las guarderías los niños son descuidados por las aburridas dueñas de los establecimientos, cuando no directamente golpeados, y la cárcel rara vez es su destino, como rara vez lo es el de los médicos negligentes que dejan morir a algunos pacientes. Este mundo de corrección política es asfixiante, y la expresión "vida de perros", aplicada a los humanos, nunca estuvo más vigente que en nuestros orwellianos días.

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