domingo, 13 de septiembre de 2009

Acceso libre


Cuando era joven y pobre, Bernard Shaw dijo con orgullo que poseía la mejor biblioteca que nadie pudiera desear, refiríendose a la del Museo Británico, donde pasaba gran parte de sus días. Hoy cualquiera puede presumir de lo mismo gracias a la Wikipedia. Una vez has agotado todas las maneras de hacer el imbécil en Internet, esta enciclopedia gratuita es una especie de oasis en el desierto. Confieso que, tanto en el entorno laboral como en el doméstico, he pasado muchas horas buceando entre sus contenidos, y sin lugar a dudas es mi sitio predilecto en la Red.
Soy consciente de que han surgido objeciones, un tanto mendaces, sobre la objetividad y la veracidad de sus contenidos. Desconozco el funcionamiento exacto del invento, más allá del hecho de que la contribución es libre, y por tanto también la corrección. Es decir, que si alguien pone una barbaridad, enseguida habrá otro revisándola y corrigiéndola. El sistema funciona muy bien, para sorpresa de algunos. Un análisis independiente comparó su fiabilidad general con la de enciclopedias de prestigio como la Britannica, y encontraron menos fallos proporcionales en la Wikipedia.
En todo caso, si hay errores ocasionales, se producen en los artículos más ligados a la actualidad inmediata, lo que en sí mismo no es nada preocupante, ya que la actualidad misma se revisa y se pone en perspectiva. Pero si buscas información sobre el reinado de Carlos Martel o sobre el mecanismo de acción de los mastocitos, es muy improbable que la información sea incorrecta. Mis objeciones al invento, que las tengo, son de otro jaez. Me preocupa, por ejemplo, que se dedique mucho más espacio a un videojuego cualquiera que a William Faulkner. Entiendo que hoy se valore mucho que una enciclopedia esté al día, pero la Wikipedia no tiene un sistema de prioridades bien establecido para distinguir el conocimiento serio de la frivolidad pasajera.
Mi otra objeción, aunque no ha de entenderse como tal, es la desproporción brutal entre los contenidos en inglés y el resto de idiomas. A mí personalmente no me molesta, pero entiendo que una de las finalidades de la Wikipedia es educativa, y los escolares que la usan no tienen el mismo nivel de información que el que tendrían si conocieran perfectamente el inglés que aún están aprendiendo. Pero hemos de aceptar que, si Internet está en gran medida escrita en inglés, la principal enciclopedia online también lo esté.

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