No contesto nada, perdido en mi laberinto privado, y pienso en otras cosas: mandamientos de pagos, ofertas de valores, ESOPs, LBOs, IPOs, financiaciones, refinanciaciones, obligaciones, apropiaciones, poderes, 8–Ks, 10–Qs, bonos basura. PiKs, GNPs, el IMF, multimillonarios, Kenkichi Nakajima, infinidad, infinidad, hasta dónde podría llegar el lujo, finanzas, si cancelar mi suscripción a The Economist, el día de Nochebuena de cuando yo tenía catorce años y había violado a una de nuestras criadas, inclusividad, envidiar la vida de alguien, si es posible sobrevivir a una fractura de cráneo, esperas en aeropuertos, contener un grito, tarjetas de crédito y pasaportes y un sobre de cerillas de La Cúte Basque salpicadas de sangre, superficie, superficie, superficie, un Rolls es un Rolls es un Rolls. Para Evelyn nuestra relación es amarilla y azul, pero para mí es un sitio gris, a oscuras en su mayor parte, bombardeado, las secuencias de la película del interior de mi cabeza son constantes fotogramas de piedras y todos los idiomas que se oyen resultan totalmente desconocidos, el sonido se va y viene sobre nuevas imágenes: sangre que sale de cajeros automáticos, mujeres que dan a luz por el culo, fetos congelados o perturbados (¿qué es eso?), cabezas nucleares, miles de millones de dólares, la destrucción total del mundo, una persona apaleada, otra persona que muere, a veces sin sangrar, con mayor frecuencia por disparos de fusil, asesinatos, estados de coma, la vida vivida como un serial, un lienzo en blanco que se convierte por sí solo en un serial. Esto es una celda de castigo que sólo sirve para revelar mi propia capacidad para sentir severamente deteriorada. Yo estoy en el centro, fuera de tiempo y lugar, y sin nadie que me identifique. De repente imagino el esqueleto de Evelyn, retorcido y acurrucado, y eso me llena de alegría. Me lleva mucho tiempo responder a su pregunta –¿adónde vas?–, pero después de un sorbo de oporto y de la cerveza seca, despertando, le digo, al tiempo que me pregunto: «¿Si fuera un autómata de verdad qué diferencia habría?»
Bret Easton Ellis, American Psycho (1991)
No hay comentarios:
Publicar un comentario